En pocas industrias existe un desbalance de talento ejecutivo tan pronunciado como en minería. ¿Qué están haciendo las empresas para solucionar esta situación?
En los últimos años, tanto a nivel internacional como local, se ha hablado mucho sobre la guerra de talento ejecutivo. El principal impulsor de la guerra de talento ejecutivo es el desbalance creado entre las necesidades de talento de las empresas y la oferta existente en el mercado.
En pocas industrias existe un desbalance tan pronunciado como en minería. Desde el punto de vista de demanda de talento ejecutivo, el fuerte crecimiento de emprendimientos mineros en Argentina requiere incorporar ejecutivos con sólidos conocimientos. Sin embargo, dicha experiencia sólo se obtiene con años de experiencia en la posición, sobre todo en posiciones con fuerte contenido técnico, como por ejemplo la Dirección de Exploraciones y Desarrollo y la Dirección de Operaciones.
Algunas empresas mineras están promoviendo ejecutivos más rápido de lo aconsejable, por ejemplo es común ver ejecutivos que en pocos años pasaron de una posición de Superintendente, a Gerente Mina y luego a Director de Operaciones. Como resultado nos encontramos con ejecutivos sobre-exigidos que se encuentran muy fuera de su área de capacidades. Es importante mencionar, que un ejecutivo de alto desempeño en una función (por ejemplo Gerente de Mina) no necesariamente tiene el potencial de ser un buen Director de Operaciones. Diferentes estudios llegan a la conclusión que en promedio solo un tercio de los ejecutivos de alto desempeño tienen el potencial de avanzar a posiciones de mayor responsabilidad.
Incorporar talento de otros mercados de la región donde la minería se encuentra más desarrollada (por ejemplo: Chile, Perú o México) es complejo, ya que posiciones comparables tiene salarios más elevados en dichos países. En algunos casos, como en Perú, el impacto de la legislación de reparto de dividendos a los empleados, resulta en bonos anuales entre 10 y 16 salarios mensuales.
El desbalance de talento también se da en la posiciones de soporte (por ejemplo en Finanzas, Recursos Humanos, etc), sobre todo en aquellos emprendimientos que demandan que sus ejecutivos estén basados en campamentos o pequeños poblados alejados de las grandes ciudades.
Esta situación des-estimula la incorporación de talento desde otras industrias en la que existe una oferta de ejecutivos talentosos.
Gestionar exitosamente estos desafíos, requiere una gestión activa de los procesos de talento (reclutamiento, on-boarding e integración, retención, desarrollo, gestión de desempeño y planeamiento de sucesión), dentro de un contexto con crecientes demandas sindicales, que muchas veces fuerza a posponer los temas importantes por los urgentes. Para resolver esta situación, algunas empresas mineras están separando la función de Recursos Humanos de la función de Relaciones Laborales, y fusionando esta última con temas relacionados a la sustentabilidad del negocio y la responsabilidad empresaria.
Artículo escrito por Gustavo Wurzel para Revista Panorama Minera – año 2011