Este artículo puede ser incómodo, atrevido, quizás no aplicable a ti o a tu ámbito actual, pero busca generar posibilidades, posibilidades para vos, tu equipo, tu empresa, tus empleados, tus clientes y en definitiva para la sociedad.
A diario veo en mi trabajo como consultor de empresas, facilitador de equipos de dirección y coach de directores y gerentes, gente que no se detiene un segundo en la vertiginosa actualidad a pensar para qué trabaja, gente desconectada del propósito de su actividad.
Frente a la pregunta muchos responderán, por dinero, para llegar al objetivo, para ganarle a la competencia, porque la corporación lo fijó, mi jefe lo pidió, empecé en esto y seguí así, no sé, para cuando me jubile dedicarme a lo que me gusta.
En mi opinión esos son beneficios secundarios que se desprenden de la actividad, o son los objetivos de otros, pero ¿qué pasa con el sentido propio, ya sea a nivel individuo u empresa?
Si la respuesta fuera por dinero, preguntémonos por qué entonces la mayoría de los que “ya están hechos” continúan trabajando.
Si la respuesta fuera porque mi jefe lo dijo, qué queda para uno como protagonista de su propia actividad, del compromiso con lo que hago, con lo que me calienta el corazón.
Si la respuesta fuera para dedicarme a lo que me gusta cuando me jubile, podríamos decir que la energía y el entusiasmo están “presos” hasta entonces.
Algunos pocas personas trabajan conectadas con el propósito de su trabajo, con la firme visión de lo que quieren lograr y las posibilidades que quieren generar a través de sus productos, servicios.
A algunos los tildan de “genios” a otros de “locos”.
No sé si son genios o locos, pero si son distintos, trabajan diferente, impactan con su hacer, crean huella donde no había nada, crean, proponen, marcan, son responsables frente a sus desafíos, invitan, desafían, golpean la puerta.
Imagínate si en tu empresa tus 10, 100, 1000 o 10000 empleados trabajasen:
- Con la conciencia de lo que su trabajo genera en los demás, en la sociedad.
- Pensando el impacto que su “hacer” tiene.
- Conectados con su propósito, con el sentido de lo que hacen.
por Daniel Posternak